RECOLECCIÓN Y CONSERVACIÓN DE BRIÓFITOS Y LÍQUENES

Dentro de los materiales que podemos necesitar para la recolección de briófitos y líquenes, distinguiremos tres categorías:

a) Materiales de campo
Lupa de mano – Navaja – Espátula metálica – Sobres de papel periódico – Cinta métrica – Cuaderno de tapa dura (cuaderno de campo) – Lápiz grafito – Marcadores permanentes – Etiquetas de papel – Bolsa de tela para transportar las muestras.

b) Materiales de laboratorio 
Lupa binocular y microscopio – Congelador (-18º) – Pinzas de punta fina, Ej. Nº5 (de las que usan los relojeros) – Aguja con mango – Lanceta afilada – Bisturí – Tinciones (safranina, azul de metileno) para teñir estructuras hialinas y se puedan observar al microscopio.

c) Montaje y almacenamiento
Sobres de papel – Etiquetas 10 x 6 cm aprox. – Pegamento en barra – Cajas de cartón.


LUPAS

Para observar briófitos y líquenes necesitaremos un instrumento que amplié lo que estamos observando, una lupa. La lupa es una lente de aumento hecha de vidrio (a veces de plástico), que nos permitirá ver y estudiar pequeños organismos. Existen numerosas tipos de lupas que pueden variar en su carcasa, tamaño y poder de aumento.

Tamaño: se mide a través del diámetro de la lente Ej. 13 mm, 18 mm, 50 mm, etc. Lentes de gran diámetro permiten el ingreso de más luz, lo que es bueno para la observación, sin embargo, estas mismas lentes tienen una área óptica útil más pequeña cerca del centro que las de menor diámetro.

Aumento: se representa por un número seguido de una «X», esta X indica la cantidad por la que se multiplica el tamaño real del objeto observado, por ejemplo una lupa de 2X aumenta el tamaño de lo que estamos viendo dos veces. Cabe tener en cuenta que cuanto mayor sea el aumento, más difícil se hace su uso.

A continuación comentamos algunos tipos de lupas que nos pueden ser útiles:

Lupa de mano:
Puede tener marco metálico o plástico, alcanzan aumentos entre 2X y 10X. Son las más económicas y se pueden comprar en cualquier librería.

Lupas plegables:
Normalmente tienen una carcasa metálica o plástica donde se pliega la lente. Estas alcanzan mayor aumento que las anteriores, entre 7X y 20X y sus diámetros varían entre 13 mm y 20 mm de diámetro. La calidad de la imagen es mejor, se pueden apreciar más detalles, son las más recomendadas para actividades naturalistas, y en los nuevos modelos se les ha incorporado iluminación LED. Sin embargo, son más costosas y se compran en ópticas o tiendas especializadas.

Lupas cuentahílos:
Son ampliamente utilizadas en la industria textil para verificar el número de hilos de la trama, sus aumentos varían entre 5X y 10X, con diámetros entre 14 mm y 26 mm de diámetro, éstas son una buena alternativa ya que tienen un costo intermedio entre las primeras y las segundas y se pueden encontrar en librerías, cordonerías, ópticas o tiendas especializadas.

Microscopios de campo o bolsillo:
Son pequeños instrumentos ópticos normalmente plásticos, tienen una capacidad de aumento superior a los anteriores, varía entre 20X y 100X, lo que permite ver muchas más estructuras pero la calidad de la imagen es variable y el enfoque es crítico. Se pueden comprar en ópticas o tiendas especializadas.

 

USO CORRECTO DE LA LUPA

usarlupasPara poder ver correctamente usando una lupa, en primer lugar hay que considerar qué tipo de lupa se está empleando. En el caso que estemos utilizando una lupa de mano bastará sostenerla con el brazo extendido y ajustar el foco acercando el instrumento hacia nuestros ojos.

Ahora bien, si estamos usando una lupa plegable el procedimiento es distinto, para obtener la mejor imagen debemos tener la lente lo más cerca de nuestro ojo como sea posible y luego acercar el objeto frente a la lente hasta verlo enfocado. Esto último está relacionado con la distancia focal, que es la distancia entre el centro óptico de la lente y el foco. Cuanto mayor sea el aumento, menor es la distancia focal y más pequeño es el campo de visión. Por ejemplo, con una lupa de 20X la distancia focal es de sólo 13 mm aproximadamente, lo que la convierte en la más difícil de manipular. Para las lupas cuentahílos y los microscopios de campo se aplica también este último procedimiento.
Es importante tener en cuenta que para nuestro fin cualquier tipo de lupa es útil, pero si queremos comprar una buena lupa para comenzar podemos escoger una que tenga las siguientes características: a) aumento de 10X, permitirá ver suficientes detalles y tendrá una distancia focal suficiente para que enfocar no sea tan complicado; b) diámetro de 18 o 21 mm, es luminosa y tiene una medida cómoda en relación al tamaño del ojo y c) triple lente “Triplet”, los tres cristales en conjunto eliminan los errores ópticos y mejoran la calidad de la imagen.

 

INFORMACIÓN PREVIA

a) Antecedentes: Antes de comenzar una recolección es importante tener información previa de la flora presente en la zona de estudio, por ejemplo podemos consultar: libros florísticos, guías de campo, tesis o memorias de título, artículos científicos, páginas web (Ej. eFloras.org; Chilebosque; Florachilena), entre otros.

b) Medio: también es relevante conocer las características geológicas, el tipo de suelo y sus usos, etc. Para esto se pueden consultar mapas geológicos del área, mapas de vegetación y de uso del suelo. Ejemplos: Gajardo (1994), Cartografía IGM; SINIA.

c) Legislación: un aspecto no menor es conocer la legislación vigente sobre recolección de flora silvestre y su estado de conservación. Sin embargo, en Chile lamentablemente líquenes y briófitos no han sido evaluados en las listas rojas existentes.

También debemos tener presente el tipo de lugar que queremos visitar y sobre todo obtener los permisos de recolección si estamos en un área protegida.

No se puede recolectar sin autorización en Jardines Botánicos, Áreas Protegidas Privadas (APP) o Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). En estas zonas es necesario solicitar permiso de recolección a las instituciones responsables en los dos primeros casos y para el caso del SNASPE de momento se debe solicitar a la Corporación Nacional Forestal (CONAF), hasta que el Servicio de Biodiversidad y Áreas Silvestres Protegidas entre en vigor.

 

RECOLECCIÓN

Tanto briófitos como líquenes suelen adherirse al sustrato por lo que se deben extremar las precauciones para no romper los especímenes, es muy útil emplear una navaja para desprenderlos. La mejor época para la recolección es la primavera o primavera tardía, cuando una gran cantidad de organismos tiene maduras sus estructuras reproductivas. El recolectar plantas fructificadas ayudará mucho en la identificación. También es conveniente recolectar más de una muestra para suplir posibles pérdidas o para obtener duplicados.

El material recolectado se deposita en sobre de papel, donde se anota con lápiz grafito (los lápices de gel o tinta se correrían con el agua) la fecha, el lugar, número de colección o cualquier otro dato relevante. Es aconsejable mientras se está en el campo guardar las muestras en bolsas de tela o lana y evitar las bolsas plásticas para no permitir que se arruinen los ejemplares por hongos.

 

REGISTRO DE MUESTRAS

Para cada punto muestreado recabaremos la siguiente información:

  • Fecha
  • Localidad: País, Región, Provincia, Municipio, Sector o punto de referencia (río, lago, carretera, cerro, etc.).
  • Altitud
  • Coordenadas geográficas
  • Datos ecológicos: tipo de sustrato (corteza, roca, madera muerta, etc.), vegetación (tipo de bosque, matorral, etc.).
  • Nombre de los recolectores

Para cada espécimen que se recolecte debemos apuntar estos datos:

  • Identificación provisional. Algún género, nombre vulgar o un nombre que nos permita diferenciarlo Ej. «musgo pinito nº 1».
  • Número de recolección: podemos escoger entre dos sistemas, el primero donde se usa las siglas del recolector y el número de colección que va aumentando correlativamente a largo de su vida profesional, por ejemplo GOM578 (Gisela Oliván Martínez, ejemplar 578); y el segundo que sigue un orden correlativo para cada año, empezando por el número 1 seguido del año Ej. GOM 1-11 (Gisela Oliván Martínez, ejemplar 1, año 2011). Si posteriormente al preparar el material encontramos más de una especie por sobre, debemos separalas, ponerlas en sobres distintos y recodificar (Ej. GOM578a, GOM578b ó GOM 1-11a, GOM 1-11b)
  • Microhábitat (Ej. borde de un charco, montículo, epifito en una rama, base de un árbol, etc.)
  • Otros datos relevantes: abundancia en el lugar, color, estructuras reproductivas, etc.

 

SECADO

Existen pequeñas diferencias en la preparación del material dependiendo del tipo de plantas del que se trate. Explicamos cómo preparar cada tipo:

a) Líquenes: Los líquenes suelen tener bajo contenido de agua, por lo que es suficiente con dejarlos al aire sobre o entre papel de periódico y meterlos una vez secos en sobres de papel en los que pegaremos la etiqueta correspondiente.

b) Musgos y Hepáticas: Los musgos y hepáticas tienen un alto contenido hídrico, por lo que conviene secarlos cuidadosamente metidos en sobre de papel de periódico, de preferencia sin prensar para evitar que se rompan los esporófitos o se destruya alguna característica morfológica importante de los especímenes. Para secarlos podemos dejarlos secar al aire, ponerlos cerca de una fuente de calor como una estufa o una fogata, o bien usar una estufa de laboratorio para deshidratarlos más rápido y evitar que se dañen.
Una vez secos los especímenes se meten en sobres de papel en los que pegaremos la etiqueta que le corresponda.

sobres
Sobres para líquenes y briófitos (las líneas punteadas indican doblez)

 

CONSERVACIÓN

Para evitar que el material se dañe es conveniente una vez que esté bien seco, envolverlo en bolsas de plástico y congelarlo a -18 º C durante unas 48 horas.
Si queremos resguardar nuestro material de ataque de insectos u hongos es importante comprobar que el material este bien seco, luego almacenarlo en cajas bien cerradas, lo más hermético posible y poner bolsitas de silica gel en las cajas. No se recomienda usar insecticidas o productos químicos semejantes porque pueden degradar el ADN de las plantas.

ETIQUETADO

Es muy importante ser riguroso con el etiquetado; empleando los datos que apuntamos en terreno elaboramos las etiquetas para cada planta.

La etiqueta final debe contener: Nombre de la planta (preferiblemente a nivel de especie); País. Provincia: Localidad; Coordenadas geográficas; Altitud; Hábitat; Fecha de recolección; Legit (recolector) y Número de colección; Determinavit (identificador).

etiqueta
Ejemplo de etiqueta

 

ORDENACIÓN

Hay varios criterios para clasificar y ordenar el material de un herbario, pero para herbarios personales recomendamos el criterio taxonómico para ordenar los sobres en familias y divisiones o grandes grupos (Hongos, Briófitos, Helechos, etc.), y el criterio alfabético para ordenar las familias dentro de división o grupo. A su vez también se ordenarán alfabéticamente los géneros dentro de cada familia, y las especies dentro de cada género.

 

ORGANIZACIÓN Y RECOLECCIÓN

Si se quiere, se puede confeccionar una base de datos sencilla, como una planilla Excel, que contenga un registro por cada ejemplar del herbario (por cada número de recolección). Para herbarios más grandes es mejor crear una base de datos de tipo relacional, con varias tablas relacionadas, lo que hace más rápida la consulta y recuperación de datos y evita redundancia de información. Existen bases de datos de este tipo relacional gratuitas en la red, como Herbar, que es una base de datos que se creó para el manejo del herbario del Real Jardín Botánico de Madrid y que se emplea ahora en otros muchos herbarios. Es posible descargarla desde el enlace la página web del nodo español de GBIF (Pando et al. 1994-2010).

 

REFERENCIAS

ARDILES, V. CUVERTINO, J. & F. OSORIO. 2008. Briófitas de los Bosques Templados de Chile. Una introducción al mundo de los musgos, hepáticas y antocerotes. Guía de Campo. Ed. Corporación Chilena de la Madera. 168 pp. <http://www.cormabiobio.cl/6accionar/bibliotecas/documentos/Briofitas%20de%20Chile.pdf> [Consulta: 05 de agosto de 2011].

CHILEBOSQUE. Floras Regionales [en línea]. <http://www.chilebosque.cl/regionales.html> [Consulta: 03 de agosto de 2011].

eFLORAS.ORG. Flora of Chile [en línea]. <http://www.efloras.org/flora_page.aspx?flora_id=60> [Consulta: 03 de agosto de 2011]

GAJARDO, R. 1994. La Vegetación Natural de Chile. Clasificación y Distribución Geográfica. Editorial Universitaria, Santiago, Chile. 165p.

PANDO, F. LUSA, S. GUERRA, C. NOTARIO DEL VAL, M.V. FERNÁNDEZ, J. ORTEGA, M. I. LUJANO, M. C. CEZÓN, K. & Á. CRESPO. 1994-2010. HERBAR: Una aplicación de bases de datos para gestión de herbarios, Unidad de Coordinación de GBIF.ES, CSIC. Ministerio de Ciencia e Innovación, España. <http://www.gbif.es/herbar/herbar.php> [Consulta: 08 de agosto de 2011]

SINIA. SINIA territorial [en línea]. <http://territorial.sinia.cl/portal/inicio.php> [Consulta: 03 de agosto de 2011].